Estamos jugando con fuego.
Si te quemas, arderé contigo. Y no una, sino mil y dos veces. Porque me da tanto vertigo saber que somos como dos lineas paralelas (predestinadas a permanecer
separados) que un dia de estos reventaré. Pero será despues de esperarte dos vidas y mil y una primaveras. Porque nunca me cansaré de esperarte, de esperar a que cruces este abismo que separa nuestros dos mundos: el de la realidad y el del sueño.
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