Desde que era pequeña, me pregunto el porque. Sé que puede sonar bastante extraño, pero es la verdad y no voy a ocultarla. Desde pequeñita, que me encanta caminar bajo la lluvia, y hasta ahora no he conseguido averiguar el porque de esa extraña costumbre. Recuerdo que desde los 3 años, cuando empezaba a llover, salia al patio de mi casa, en esos momentos era la niña más feliz del mundo. Es extraño, porque de hecho, a ninguno de mis amigos les gustaba salir a la calle bajo la lluvia en esas frías tardes de otoño, pero a mi me encantaba. Hasta ahora me he estado preguntando a que se debe esta rara costumbre, pero ahora, creo que ya se a que se debe. Me gusta caminar bajo la lluvia, porque así, oculto mis lagrimas, y consigo que la gente no se preocupe tanto por mi al verme llorar.
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